Cristian Sporleder y Silvia Firestone, creyeron en El Caburé.
De la mano de Cristian Sporleder y Silvia Firestone conocemos la historia de como fue creciendo El Caburé, el equipo de polo reconocido, logrando que varias camadas de sus caballos ejemplares pudieran jugar polo en Palermo.
Un labor que se pudo lograr junto a un gran equipo de trabajo. Requirió de la buena crianza y el entrenamiento exhaustivo de los caballos y sus jinetes.
El trabajo para consagrar a un caballo de polo lleva su tiempo, se necesita entre siete y ocho años. Luego se realiza la doma del caballo y la primer práctica del mismo comienza a las cuatro años recién cumplidos. Su primer torneo de polo es a los seis años y no antes, algunos a los siete.
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